Una lluvia de recuerdos viene a mi mente al hablar del tema
y es que es verdaderamente controversial esto de la alimentación en la
lactancia (cuando no se está informado). Y dejamos de consumir mil alimentos o
todo lo contrario, nos atacan con alimentos milagrosos, pastillas súper
productoras de leche, infusiones (maaal hecho), cervezas (muuuy mal hecho),
etc. Ya hemos mencionado antes que entre más se pegue el bebe al seno materno,
mayor será la producción de leche pero qué hay de la calidad de ésta? Será
verdad que la alimentación de la madre influye en la calidad de la leche? Tenemos que comer más? Tenemos que evitar
alimentos? Bueno, pues revisemos un poco más al respecto…
Antes de hablar de los requerimientos y la alimentación de
la madre durante la lactancia, vale la pena conocer un poco las características de la
leche materna y comprender que ésta, aparte de ser alimento, es un fluído vivo
y que está en constante cambio, tiene la capacidad de adaptarse a los
requerimientos del lactante conforme va creciendo (en cantidad y composición).
La leche materna está compuesta pues por nutrientes, substancias inmunológicas,
hormonas, enzimas, factores de crecimiento, etc. Y ésta se adapta a las diferentes
circunstancias del lactante a tal grado que cuando un bebé nace pretérmino
(prematuro) cambia su composición y
proporciona mayor cantidad de nutrientes para cubrir la demanda de éste
pequeñito a diferencia de la leche que se produce con un bebé que nace a
término. Así pues, la leche materna tiene nutrientes diferentes cuando se
produce durante los 4 primeros días, que es el calostro, es diferente cuando es
leche de transición hasta llegar a la
convertirse en leche madura (después
hablaremos a fondo del tema). Entonces, ya sabiendo que la leche humana es un compuesto
que está en constante cambio de acuerdo
a los requerimientos de nuestro pequeño, debemos de estar pendientes de que
éste alimento sea correcto en calidad.
Y en efecto, seguramente te estás preguntando si debemos de cambiar o aumentar nuestra
alimentación, si será necesario suplementar con vitaminas, o restringir algún
alimento en especial. Y a esto yo respondo: No, al menos no por completo, es
decir, mientras una madre se esté
alimentando correctamente, el bebé también lo estará. Pues aunque se ha visto
que la leche materna, no se modifica
sustancialmente por la dieta materna, sin embargo en el caso de los ácidos
grasos y algunas sustancias como el alcohol, tabaco y algunos fármacos, si existe
una influencia que modifica su composición. A continuación abordaremos cada uno
de éstos factores.
Primeramente debemos tener muy claro que la mujer que está
lactando, en cualquiera de sus fases, inicial, de transición, leche madura,
lactancia prolongada, en tándem, etc. Debe procurar tener una alimentación saludable y equilibrada y
debe brindars el aporte de energía correcto, el proceso de producción de leche
materna requiere entre 500 y 700 calorías aprox. extra a nuestro requerimiento calórico normal,
es por eso que la madre refiere sentir más hambre de lo habitual ( y vaya que
nos da más hambre!!!) como recomendación, tratemos de no caer en la tentación
y evitemos en esas fases de hambre, recurrir
a alimentos chatarra o panes,
chocolates, dulces, etc.
Nuestra dieta debe de contener abundantes frutas y verduras,
pues aportan vitaminas, minerales y fibra, debe ser rica en cereales integrales y granos enteros.
Evitar alimentos con alto riesgo alergénico como los
mariscos, fresas, cacahuates.
Muchas madres lactantes refieren sentir más sed de lo normal,
esto se debe a que la leche contiene un
88% de agua, por lo tanto debemos ingerir la cantidad suficiente de líquidos
para mantenernos hidratadas y también para asegurar nuestra producción de leche.
La recomendación es ingerir entre 2 y 3 litros de agua dependiendo de cada mamá
(Tampoco te forces a tomar 3 litros!!! Tu sensación de sed te ayuda a dar la
pauta de cuánta debes de tomar).
He escuchado un mito que dice que la madre lactante debe
tomar mucha leche para producir suficiente leche, esto es FALSO. La leche nos
aporta proteínas, calcio pero no influye
directamente en la cantidad de leche. Es importante saber que la madre puede
ingerir lácteos siempre y cuando el bebé no tenga ALERGIA A LA PROTEÍNA DE LA
LECHE. De ser así, debemos de restringir su ingesta y acudir con nuestra
asesora de lactancia o pediatra para indicaciones más especificas 😎
Y qué hay con las grasas?
Este componente es el más variable de la leche materna. Los ácidos
grasos de la leche materna proceden en su mayoría de los ácidos grasos en
sangre, precedentes de la ingesta de la madre, de los depósitos maternos y en
menor proporción, de ácidos grasos de cadena media sintetizados en la propia glándula
mamaria. Si la dieta de la madre es rica en grasa saturada o es rica en grasa
poliinsaturada, la leche lo será también. Por eso conviene que la madre
lactante tenga una dieta rica en grasas saludables procedentes de pescado,
frutos secos, aceite de oliva y aceites
vegetales, evitando las grasas de origen animal como la manteca, la
mantequilla, es aconsejable que evites frituras y alimentos chatarra.
Otros aspectos a considerar:
Sabor de la leche: se sabe que la leche materna varía en su
sabor de acuerdo a la alimentación de la madre, esto ayuda al lactante a
familiarizarse con los sabores que probará cuando iniciemos la alimentación
complementaria y le será más fácil este proceso. Sin embargo existen casos en los
que algún alimento específico causa que el bebé rechace el pecho o manifieste
alguna molestia como diarrea o cólico, estos casos son aislados y dependen de
cada bebé, en este tipo de situaciones, será conveniente analizar qué alimento
lo causó y evitarlo temporalmente. (Generalmente se presenta cuando consumimos
picantes, grasas, irritantes, etc.)
Cafeína: No es necesario restringir su consumo más sí es
conveniente moderarlo. Grandes dosis de cafeína (más de 3 tazas al día) podrían afectar el sueño del bebé o producir
irritabilidad. Hay bebés más sensibles que incluso con dosis menores presentan
estos síntomas, por eso es importante que estemos vigilantes a las reacciones
de nuestro bebé.
Alcohol: El consumo de alcohol de manera cotidiana
(alcoholismo) es incompatible con la lactancia, ya que se concentra en la
leche. Además tiene un efecto inhibidor de ésta. La toma ocasional de alguna
bebida con un bajo volumen de alcohol puede admitirse, pero es conveniente
dejar pasar 2 o 3 horas para la siguiente toma.
*La American Academy of Pediatrics considera compatible la
lactancia con el consumo moderado de alcohol aunque reconoce que pueden
producirse efectos adversos porque la exposición crónica del niño puede tener
efectos sobre el desarrollo psicomotor*
Tabaco: Es bien sabido que el tabaco es perjudicial para la
salud de todo ser humano, por lo que es recomendable evitarlo. Existen casos en
los que la madre no puede dejarlo, por lo que se recomienda que NUNCA fume en presencia del bebé, ni
dentro de la casa y hacerlo después de la toma del bebé. Lavarse bien las manos
después de fumar. Muy importante: No se debe practicar colecho si uno de los
padres es fumador.
Infusiones y fármacos: se tiene la creencia de que los tés o
infusiones son permitidos en la lactancia, pero sabemos que muchos pueden
contener algunas sustancias que incluso desconocemos, es importante evitarlos o
buscar información acerca de su compatibilidad con la lactancia. Igualmente con
los fármacos, pues muchas veces suspendemos la lactancia pensando que son incompatibles.
Podemos consultarlo en www.e-lactancia.org
Excelente información, a menudo nos encontramos con críticas hacia la madre por su alimentación y después de leer el artículo vemos que no hay sustento para todas las creencias sin fundamentos de la población en general, inclusive se ha mencionado que no puede comer frijol, elote u otros alimentos fundamentales para la dieta del mexicano. Pero ahora tengo bases para defenderme jeje gracias.
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